La renta sube una vez más para los López y ahora se les hará imposible pagarla, por lo que a La Nena se le ocurre comenzar a vender pasteles y empieza a irles bien. El administrador descubre a Carlos saliendo por el hoyo que conecta al departamento de los López con el de al lado, que han usurpado, por lo que de inmediato llama a la dueña, Doña Silvia Pinal, para que confronte a la familia.

Debido a que Plácido estornuda demasiado, la Nena decide ser su enfermera pero Placido piensa que o solo es una exageración de su sobrina. Mientras tanto, Gaby intenta ser maquilladora y estilista, por lo cual usa a Plutarco, Justito y Victoria como conejillos de indias.

Como a Renata le gusta el chisme, decide espiar a sus vecinos desde la ventana, pero no es la única que lo hace. Por otra parte, Victoria tiene problemas con sus calificaciones por lo que Justito le dará clases de regularización.

Aldolfo está desanimado porque le quitaron el bono huachicolero. Así que con la ayuda de Jacinta se convertirá en hierbero. Mientras tanto; Carlos recibe un regalo de un admirador secreto, ¿quien será?.

Plácido le prepara una cena a Renata por ser su aniversario de casados. Mientras tanto, Martina invita a la familia al cine a escondidas para ver el estreno de una película romántica.

Plácido ve en el periódico que Don Justo ha salido de la cárcel y está decidido a recuperar su trabajo, sin embargo cuando va a buscar a su exjefe, éste lo hace esperar, lo trata como su sirviente y le pide que el que se presente al empleo sea Aldolfo. Aldolfo se rehúsa a ser parte del sistema capitalista, pero la familia lo convencerá de aceptar la oferta.

Plácido Instalado en su zona de confort y sin intenciones de moverse, comienza a exigirles a los miembros de la casa que lo atiendan, volviéndolos locos. La situación es insostenible, por lo que Renata convoca a una reunión urgente para obligarlo a que salga de su letargo.

Justito y Victoria realizan un experimento que Plutarco, al ingerir accidentalmente, termina por convertirlo en un hombre súper inteligente. Gaby está preocupada porque "su príncipe" ya no es el mismo, pero Plácido ve que podría sacarle algo de provecho a la nueva súper inteligencia de su hijo.

Doña Romina, una vecina del edificio acude a los López para pedir ayuda, pues ha estado escuchando ruidos que provienen del departamento que está arriba del de ella y al lado de los López, donde falleció el inquilino. Plácido y los demás intentan hacerle ver que no hay nadie e incluso apoyan la idea de que se trata de un fantasma, por lo que harán incluso una sesión espiritista, lo único es que el final de esta aventura nadie se la espera. La Nena, Aldolfo, Plutarco y Gaby ven información sobre un concurso para niños en el que regalan los útiles escolares, y buscan inscribir a Justito y Victoria para que participen.

Jacinta, mamá de Tecla, ha llegado con la intención de vivir con ellos, pero don Arnoldo no quiere que se quede. Por otro lado, Plácido tiene problemas ya que deben evitar que el administrador del edificio no encuentre el hoyo en la pared.

Plácido se ha lastimado el pie (por culpa de Plutarco) y deberá guardar reposo un mes, así que decidirá mandar a Aldolfo y al abuelo Arnoldo a que le ayuden a recuperar su trabajo. Por otra parte, Martina hace un hoyo en la pared y se llevaron una gran sorpresa.

Plácido tiene que conseguir dinero para pagar 3 meses de renta antes de que los corran del departamento, mientras Carlos se pelea con su pareja y les presta sus muebles -un tanto afeminados- a los López a cambio de poder quedarse a vivir con ellos.

La tía Licha muere tras una reacción alérgica, (después de comerse unos tamales de guasamamaya verde de Tanzania, que eran del abuelo Arnoldo) y la familia le da su último adiós dentro del departamento. Carlos, el papá de La Nena, regresa para darle el último adiós a su ex esposa.